La maternidad obligatoria es un período de 5 meses de baja laboral al que tienen derecho las empleadas durante el embarazo y después del parto. Sirve para garantizar a la madre el descanso adecuado y para proteger su salud y la del niño. Durante este período, la trabajadora sigue recibiendo una asignación económica, para que pueda afrontar la maternidad con más tranquilidad, sin renunciar a su salario.
En la mayoría de los casos, se divide en dos meses antes de la fecha prevista de entrega y tres meses después. Si el embarazo es fisiológico y tienes la opinión favorable del médico, puedes pedir trabajar hasta un mes antes del parto, alargando así la licencia hasta cuatro meses después. En casos específicos, también es posible posponer todo el período de licencia y tomarlo solo después del parto, siempre que un certificado médico certifique que esta elección no presenta riesgos para la salud de la madre y el niño.