Regresar a casa después de dar a luz es un momento especial y delicado. Es normal sentirse feliz, pero también cansada, perdida o abrumada. No significa «no estar a la altura»: es una fase de adaptación que requiere tiempo y amabilidad consigo mismo.Consejos prácticos para que los primeros días sean más manejables: - Acepta ayuda práctica (cocinar, comprar, arreglar la casa) para que puedas concentrarte en ti y en tu bebé.- El sueño se fragmentará: aprovecha los momentos en que el recién nacido duerme para descansar.- Visita con calma. Es legítimo posponer o limitar las visitas en los primeros días: se necesita tiempo y tranquilidad para encontrar un nuevo equilibrio.- Organice lo que necesita. Ten todo preparado para el cambio y la lactancia, prepara comidas sencillas con antelación y guarda los números útiles (comadrona, pediatra, consultorio) .- Sigue el ritmo del recién nacido. No existe un momento «correcto»: aprender a observar y responder a sus necesidades es la clave para una rutina más serena.
Con quién ponerse en contacto en caso de dudas: - la oficina de familia si tiene preguntas sobre la lactancia, la recuperación física o las emociones posparto; - la comadrona de referencia o el punto de nacimiento para obtener consejos prácticos.. - el pediatra de la familia, que realizará la primera visita de seguimiento dentro del primer mes; - en caso de dolor intenso, fiebre o sangrado anormal, póngase en contacto inmediatamente con la sala de emergencias o el guardia médico.