A los 9 a 12 meses es absolutamente normal que los niños no jueguen todavía con otros. En esta fase de crecimiento, el juego es principalmente individual o compartido con los adultos de referencia: sirve para explorar el cuerpo, los objetos y las primeras emociones.Cuando está cerca de otros niños, puede mirarlos, sonreír, imitar algún gesto, pero aún no compartir el juego en el sentido de intercambios o cooperación.La socialización no comienza solo cuando los niños juegan juntos, pero mucho antes: - cuando observan a los demás con curiosidad; - cuando sonríen o vocalizan para llamar la atención; - cuando buscan la mirada del adulto para entender si una situación es segura o agradable; - cuando imitan un gesto o una risa. Estos son los primeros aspectos básicos del comportamiento social: el niño aprende a leer las emociones, a comprender que hay «otros» a su alrededor y que puede entablar una relación.