Donar leche materna es un acto de cuidado que puede marcar una verdadera diferencia. La leche donada se recolecta, controla y distribuye a los bebés que, por motivos de salud, no pueden ser amamantados por su madre. La donación se realiza a través de los bancos de leche humana donada (BLUD), presentes en muchos hospitales italianos. Es un gesto gratuito y seguro supervisado por el personal de salud. Una comadrona o un médico realizan una entrevista y unos análisis de sangre gratuitos para comprobar que no existen contraindicaciones. Puede extraerse la leche en casa, con un extractor de leche que se proporciona en préstamo gratuito, siguiendo las normas de higiene indicadas. La leche debe conservarse en recipientes estériles y congelarse. Algunos bancos organizan la recolección de la leche donada en el hogar, otros la entregan directamente al hospital. Cada muestra se pasteuriza y se analiza de acuerdo con protocolos estrictos. Solo se administra leche segura a los bebés hospitalizados, especialmente en las salas de cuidados intensivos neonatales. Todas las madres sanas pueden donar, con leche adicional y sin medicamentos incompatibles. La donación no «quita» la leche al bebé: la producción se adapta.
Los bebés que la necesitan reciben leche con receta en los hospitales o, en algunos casos, a través de los servicios de neonatología territoriales. La leche materna donada se considera un alimento que salva vidas para los bebés prematuros, porque reduce el riesgo de infecciones y promueve el crecimiento.