El duelo perinatal es la pérdida de una hija o un hijo durante el embarazo o en los primeros días después del nacimiento. Un dolor profundo, a menudo silencioso, que puede dejar a quienes lo experimentan en un estado de soledad y desorientación. Con frecuencia se habla poco al respecto porque la sociedad tiende a no reconocer lo que no ha tenido tiempo de hacerse «visible». Pero el dolor está ahí, y toda pérdida tiene derecho a existir, a ser escuchada, a ser respetada. «Eres joven, tendrás otras». Y frases similares, incluso si se dicen con buenas intenciones, pueden resultar incapacitantes. Es importante ponerle un nombre al dolor: reconocerlo es el primer paso. Busque un espacio seguro para hablar sobre ello: con un profesional, en un grupo de escucha, con aquellos que ya han pasado por allí. Si conoces a una persona que esté teniendo esta experiencia, muéstrale tu cercanía, sin juzgarla.
Algunos hospitales ofrecen servicios de apoyo psicológico perinatal: pregunte si hay equipos dedicados al duelo perinatal. Asociaciones como CiaoLapo ETS ofrecen grupos de escucha, materiales informativos y apoyo profesional. Si te sientes abrumada, comunícate con un psicólogo o psicoterapeuta que sea experto en cuidados perinatales. En los consejeros familiares públicos puedes encontrar apoyo psicológico gratuito o a un costo reducido.