Un aborto espontáneo puede ocurrir por muchas razones, y casi nunca está relacionado con algo que hiciste o dejaste de hacer. Es normal sentirse triste, confundido o vacío. El cuerpo necesita tiempo para recuperarse, pero también lo necesita el corazón. Si lo deseas, habla con tu ginecólogo para saber cuándo es seguro volver a buscar un embarazo. Después de un aborto espontáneo, puedes acudir al family office de tu zona, que ofrece consultas de seguimiento, asesoramiento obstétrico y apoyo psicológico, a menudo sin coste alguno. Los hospitales con departamentos de obstetricia y ginecología cuentan con equipos que los acompañan en la gestión clínica y en la vuelta a la vida cotidiana. Si siente la necesidad de hablar, también puede solicitar una entrevista psicológica a través del médico de cabecera. No tienes que afrontarlo solo.
Aproximadamente 1 de cada 5 embarazos se interrumpe espontáneamente, con frecuencia en las primeras semanas. Después de un aborto, es posible que se necesiten visitas de seguimiento para verificar que el útero esté completamente vacío. Es importante que no te aísles: hablar con tu pareja, familiares o grupos de apoyo puede ayudar. Los consejeros familiares y algunos hospitales ofrecen apoyo psicológico gratuito y cursos de escucha individuales o en pareja. Algunos estimulantes de tipo anfetamínico tienen escritorios dedicados al duelo perinatal o grupos de apoyo. Las asociaciones relacionadas con el duelo perinatal suelen colaborar con los centros de salud para brindar apoyo emocional y práctico.