Vacunar significa proteger a los niños y a toda la comunidad de muchas enfermedades infecciosas, algunas de las cuales son muy peligrosas. En Italia, todas las vacunas obligatorias se administran de forma gratuita en los centros del NHS. Tras registrarse en la oficina de registro y recibir la tarjeta sanitaria en casa, la familia también recibe una carta de invitación (o un SMS) de su ASST para recibir las vacunas obligatorias (entre 4 y 8 semanas después del registro del nacimiento). Con la primera cita en el Centro de Vacunación del ayuntamiento, comienza el calendario de vacunación obligatorio. Pueden acompañar a su madre, padre u otra persona de confianza, siempre que sean mayores de edad.
Después de las vacunas (administradas mediante inyección en el muslo o por vía oral en gotas), el niño permanece en observación durante unos 15-20 minutos en el centro, como medida de seguridad estándar. Posteriormente, pueden aparecer fiebre leve, irritabilidad o enrojecimiento local, que desaparecen rápidamente. En caso de dudas sobre el tratamiento de los síntomas del niño o de patologías particulares, siempre es recomendable hablar con el pediatra o el centro de vacunación, quienes evaluarán el momento y la idoneidad de las vacunas individuales.