Durante el embarazo, el tipo de cuidado varía según la salud de la madre y el niño: puede ser un camino fisiológico o uno específico para embarazos de riesgo. El embarazo se denomina fisiológico cuando transcurre sin complicaciones y no presenta factores de riesgo para la madre o el niño. Ante esta situación, los protocolos sanitarios nacionales sugieren que el embarazo sea seguido por una comadrona, no es necesario acudir a un ginecólogo. El modelo se centra en la prevención, la escucha y el apoyo con total seguridad. En cambio, hablamos de embarazo en riesgo cuando existen afecciones médicas especiales, patologías o antecedentes obstétricos que requieren un seguimiento más frecuente y un apoyo hospitalario. No es motivo de alarma: solo se utiliza para garantizar controles más cuidadosos y personalizados. Pregúntele siempre a su médico o al consultorio de referencia qué tipo de vía es la más adecuada para usted.