La interrupción del embarazo puede ser espontánea, terapéutica (aborto terapéutico) o voluntaria (IVG) y puede ser una experiencia compleja. En Italia, es un derecho protegido por la Ley 194, que prevé la asistencia médica segura, la escucha y el apoyo emocional. El primer paso es ponerse en contacto con el consultorio o con su médico de cabecera: ellos lo guiarán en los momentos y lugares más adecuados.
Si encuentra obstáculos o el personal se opone, pida una alternativa de inmediato: el hospital o el consultorio deben permitirle el acceso al procedimiento. Tras una interrupción, incluso espontánea, tienes derecho a una entrevista de seguimiento o a recibir apoyo psicológico. No se trata solo de una cuestión médica: también es un problema emocional que merece tratamiento.